Los gobiernos de la Unión Europea intentan convertir Europa en una fortaleza, abierta al dinero y las ganancias de las transnacionales, pero restringida para las personas, sometidas al filtro de las leyes de extranjería, convertidas en mercancía según las leyes del mercado.
Jornada de lucha europea contra las Leyes de Extranjería Los gobiernos de la Unión Europea intentan convertir Europa en una fortaleza, abierta al dinero y las ganancias de las transnacionales, pero restringida para las personas, sometidas al filtro de las leyes de extranjería, convertidas en mercancía según las leyes del mercado. Como parte de esta política neoliberal, se priva a las y los inmigrantes sin derechos sociales, políticos ni laborales, para obligarles a trabajar en condiciones de semi esclavitud. Precarizan hasta el extremo la mano de obra inmigrante para aumentar la precariedad de todos los trabajadores, fomentando la división entre la población, caldo de cultivo del racismo. En el estado español, la vigente Ley de Extranjería agrava esta situación. Más de un millón de personas inmigradas viven sin papeles y sin posibilidad de regularizarse, trabajando sin contrato, carentes de una vivienda digna, sin poder reagrupar a su familia,... sin derecho alguno. Con la reciente reforma desaparece la posibilidad de regularización por arraigo incluso con oferta de trabajo, se facilitan las expulsiones y con el acceso policial al padrón se pone en peligro el derecho a la intimidad, la sanidad y la educación de los y las inmigrantes. Los inmigrantes con papeles sufren también un apartheid jurídico que les priva de derechos sociales y políticos y del derecho al voto. El recientemente conformado gobierno de izquierdas de la Generalitat debería enfrentarse a está política defendiendo la igualdad de todas las personas. Se criminaliza injustamente a los y las inmigrantes y con tal pretexto se incrementa la represión contra ellos, las detenciones y las deportaciones. Los centros de internamiento de inmigrantes son verdaderas cárceles donde son tratados como delincuentes sin haber cometido delito alguno. Se vulnera el derecho a la presunción de inocencia de las personas inmigradas, sobre todo cuando las últimas reformas legales permiten la expulsión solo por ser acusados de delitos a los que corresponderían penas superiores a 6 meses de cárcel. La mujer inmigrante está sometida a una triple explotación como trabajadora, inmigrante y mujer. Se hacen depender los permisos de residencia de su estado civil y se la mantiene indefensa frente al maltrato domestico y la explotación sexual. Se vulneran los derechos de los y las menores inmigrantes sin respeto alguno a las leyes de protección de la infancia. Son cotidianas las repatriaciones sin garantías, la denegación de auxilio y los malos tratos. con-diciones que han empeorado tras el último acuerdo de devolución de menores firmado con Marruecos. Ante esta injusta realidad, nuestras demandas y las de los movimientos sociales europeos se concretan en: La igualdad de derechos y deberes para todas las personas sin discriminación alguna por razón de sexo, creencia, nacionalidad, o lugar de nacimiento. La regularización incondicional para todos l@s sin papeles, libertad de movimientos y residencia El cierre inmediato de todos los centros de internamiento en toda Europa. Cese de las deportaciones El derecho a la ciudadanía y residencia permanente para todos y todas; pleno derecho de reunión, asocia-ción, manifestación y voto para las personas inmigradas. El reconocimiento pleno del derecho de asilo incluyendo la violación como motivo del mismo El reconocimiento de los derechos de la mujer inmigrada, concesión de permisos de trabajo y residencia independientes del estado civil, reconocimiento del maltrato domestico, la violencia, o la explotación sexual como causa suficiente para la concesión de tales permisos El fin de la explotación y de la nueva esclavitud, derechos laborales iguales para todos en el país de residencia. Reivindicamos para todos los trabajadores y trabajadoras, inmigrantes o no, el derecho a un trabajo digno, no precario y justamente pagado. El respeto de los derechos de los menores inmigrantes. Derecho de los menores a vivir con su familia en la comunidad y a una educación y sanidad gratuitas. Cese de las deportaciones de menores no acompañados. Asumiendo nuestro compromiso de lucha contra las injustas leyes de extranjería, diferentes colectivos y personas, nos hemos unido para organizar y definir una estrategia común. Como parte de ella hemos decidido realizar una jornada de reivindicación de los derechos de los y las inmigrantes, con y sin papeles, coincidente con actos similares a celebrar en toda Europa. Y por ello, convocamos una: Manifestación Sábado 31 de enero 2004, 17:30 horas Desde Plaza Universidad hasta Delegación de Gobierno.